Google+

22 de febrero de 2018

Sin Perdón


Un gesto mínimo tuyo,
me amenazó,
con una humillación inmensa,
mientras nos rodeaba,
¡Tanta plácida belleza!

Ahora, en mi rincón favorito,
mientras ordeno,
mi colección de búhos,
me entero,
que desapareciste.
El tañido de campana,
cae suavemente,
sobre tanto impasible.
¡Nunca te perdonaré,
aunque tu ausencia,
sea también inmensa! 

"El mínimo gesto"