¡Ese hormigueo!
Fuera llovía manso
y María me esperaba.
Dentro, en un instante,
me reconoció
“El amigo
de mi lejana niñez “
Segundos antes,
estábamos en esquinas opuestas .
Nos resumimos las vidas,
en una línea.
La suya le rasgaba
el fondo de sus ojos.
Gran suerte,
era un seleccionador.
En la entrevista,
“Ella no volverá “
Le consolé,
y fui elegido.
Aquí estamos,
nuestra misión es no gesticular .
Solo conozco a Mario,
a mi izquierda,
y Miguel en la vertical,
con cierta inmovilidad dolorosa .
No comprendo esa curiosidad,
por mi .
Tú, el nómada más celebre,
de la ciudad .
De cualquier forma ,
cuando caiga la noche ,
puedes saber mas,
no llames muy tarde,
pues María duerme y sueña.